Honduras: A Government Failing to Protect its People

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Honduras-Failing-To-Protect-Its-People-Screen ShotWith a population of just over 8 million people, Honduras is home to some of the highest poverty rates in Latin America and most violent cities on earth. The deep roots of organized crime, government corruption and abuses by state forces, and impunity for criminals reverberate throughout the small Central American nation, where 97% of murders go unsolved.

These factors have forced many Hondurans to flee towards the United States in hopes of finding an income, security and hope for the future. In response, the Obama Administration has proposed a $1 billion aid package to Central America, which Vice President Biden emphasized in his Central America visit last week.

Last December, the Latin America Working Group Education Fund (LAWGEF) and Center for International Policy (CIP) traveled to Honduras for a first-hand look. What we found was a security situation in shambles and a country in dire need of reform. We have compiled our findings in a new report, “Honduras: A Government Failing to Protect its People,” which paints a picture of the most alarming issues facing Honduras today, including mass migration, the disturbing and highly visible militarization of law enforcement, grave threats against human rights defenders, and a lack of an effective and independent justice system. The report also examines the role U.S. assistance has played, and can play, in the plight of the Honduran people.

In addition to describing the depth of the problem, the report points to the elements of a solution, including the development of a more effective, independent judiciary, and a thoroughly reformed civilian police force. The ultimate solution must include tackling the underlying issues of poverty and lack of education that help create an environment in which crime and violence flourish. But this requires what we did not see in Honduras—a government deeply committed to respect for human rights, with a vision of more broadly shared prosperity and a will to protect all Honduran citizens. The report concludes that carefully crafted international aid programs can help address these problems, but that, “political will from the Honduran government to protect and respect its citizenry must come first.”

For more info, contact:  Lisa Haugaard, lisah@lawg.org, and Sarah Kinosian, sarah@ciponline.org

Click here for the report in English.
Haga aqui para el informe en español.


Honduras tiene uno de los índices más altos de pobreza en América Latina, y algunas de las ciudades más violentas del mundo. Las profundas raíces de la delincuencia organizada, la corrupción gubernamental, los abusos cometidos por fuerzas del Estado y la impunidad para los delincuentes, repercuten a lo largo de la pequeña nación centroamericana, donde el 97 por ciento de los homicidios queda en impunidad.

Estos factores han obligado a muchos hondureños a huir hacia los EE.UU. con la ilusión de procurarse ingresos, seguridad y esperanzas para el futuro. En respuesta, la Administración Obama ha propuesto un paquete de asistencia para América Central de US$ 1 mil millones, propuesta enfatizada por el Vice-Presidente Biden durante su visita a América Central.

El Grupo de Trabajo para Asuntos Latinoamericanos (LAWGEF) y el Centro sobre Políticas Internacionales (CIP) viajaron el pasado mes de diciembre a Honduras para realizar un reconocimiento de primera mano. Lo que encontramos fue un aparato de seguridad y un sistema de justicia que requieren urgentes reformas. Hemos compilado nuestros hallazgos en este informe, el cual refleja un panorama de los problemas más alarmantes que actualmente afronta Honduras, entre los cuales figuran la migración masiva, la inquietante y manifesta militarización de seguridad pública, graves amenazas contra los defensores de los derechos humanos y periodistas, y la ausencia de un sistema de justicia eficaz e independiente. Asimismo, el informe examina el papel que ha cumplido, y que puede cumplir, la ayuda de los EE.UU. ante la grave situación que vive el pueblo hondureño.

Además de describir la gravedad del problema, el informe señala los componentes para una solución, incluyendo el desarrollo de un poder judicial más eficaz e independiente, y una reforma cabal de la fuerza policial civil. En última instancia, la solución debe incluir el enfrentamiento de los problemas subyacentes de pobreza y falta de educación que generan un entorno donde florecen la delincuencia y la violencia. Pero esto requiere algo que no encontramos durante nuestra visita a Honduras —un gobierno firmemente comprometido con el respeto a los derechos humanos, con una visión de prosperidad compartida más ampliamente, y una disposición para proteger a todos los ciudadanos hondureños. El informe concluye que los programas internacionales de asistencia cuidadosamente elaborados pueden ayudar a abordar estos problemas, pero “debe primar la voluntad política del gobierno hondureño para proteger y respetar a su ciudadanía”.

Sírvase dirigir a las autoras cualquier solicitud de información, a:

Lisa Haugaard
lisah@lawg.org

Sarah Kinosian
Sarah@ciponline.org